Para trabajar a tope has de saber "destrabajar" y desconectar a tope
El problema no es que te provoques “ moderadamente “ un “Estrés positivo“, (es inevitable si quieres superarte en lo que haces). al igual que un culturista fuerza su músculo para hacerlo más fuerte y más potente, tu te puedes forzar y salir de tu “zona confortable“, (si no lo haces no podrás “crecer“ en lo que hagas), pero igual que el culturista fuerza su músculo y luego lo deja descansar, tu has de saber como recuperarte, en este capítulo te doy algunas ideas al respecto.
“ Si sabes desconectar, y descansar, hoy mejor que ayer, mañana podrás rendir mas que hoy “, y no se trata solo de descansar al final de jornada, cuando ya puede ser demasiado tarde, sino saber hacerlo durante la jornada con pequeñas pausas
Una pequeña siesta, de 15 o 20 minutos, hasta una hora, puede resultar muy productiva.
La universidad de Harvard demostró en un estudio científico que el cerebro funciona mejor después de una siesta. Hay multinacionales japonesas que han decidido crear espacios de descanso para los trabajadores después de la comida.
Muchos grandes personajes de la historia han utilizado deliberadamente la siesta, o las siestas, para hacer su mente más creativa, como por ejemplo Edison, Leonardo Da Vinci, o Benjamín Franklin. Después de haberse quedado, deliberadamente dormidos por un tiempo, les venían a la mente ideas que probablemente estando despiertos nunca se les hubiera ocurrido.
(Los científicos han demostrado que el hecho de estar de pie o tumbado afecta a las sustancias químicas que están en nuestro cuerpo, y en consecuencia hace que nuestro cerebro funcione de forma diferente, lo que aumenta las posibilidades de que se nos ocurran nuevas ideas cuando nos tumbamos).
El gran locutor de radio Víctor Hugo Morales explica que, cuando ha dormido y descansado bien la noche anterior, “le salen” de forma más natural más metáforas y más recursos para mejorar la narración de un partido.
Bill Clinton reconoce que los mayores errores de su mandato los cometió estando cansado.
Estando cansado, aunque no siempre, tiendes a ser pesimista, a ver las cosas en negativo y a hablar contigo mismo y con los demás “en negativo “; por el contrario estando descansando tiendes a ser optimista y ver las cosas, y actuar, de forma más positiva contigo mismo y con la gente que te rodea
Los psicólogos están empezando a decir que la falta de voluntad no es un problema tan solo psicológico sino también fisiológico, ya que el no haber descansado bien nos ayuda a tirar antes la toalla durante el desempeño de cualquier actividad que tengamos que realizar, normalmente cuanto más cansando estés más posibilidades de que tu cerebro sea pesimista y viceversa
Aunque a veces no tenga tiempo de hacer una siesta, para mi es importante desconectar al mediodía: desde que se me “estropeó“ el servicio de recepción de e-mails en mi teléfono móvil, que intencionadamente no he vuelto a dar de alta, descanso mejor al medio día, ya que puedo desconectar. Si alguien me llama a mi teléfono fijo si le atiendo desde el móvil, ya que tengo el servicio de desvío de llamadas activado, pero si alguien me envía un correo electrónico al medio día, creo que normalmente puede esperar a la tarde a que se lo conteste, cuando vuelvo por la tarde a trabajar delante del ordenador.
Los budistas dicen que es importante, para poder relajarse, acallar el “parloteo“ de la mente y anular cualquier pensamiento, pero si te está entrando un spam continuo de e-mails y de mensajes de todo tipo por el móvil será difícil que consigas anular cualquier pensamiento, y que te puedas relajar, y desconectar unos minutos que serán claves para que rindas óptimamente por la tarde.
El prestigioso psicólogo Jim Loehr explica que igual que un fórmula 1 necesita parar para repostar, nosotros tenemos que hacer pequeñas pausas durante el día para descansar y “repostar “, como comentamos en el capítulo siguiente en el que se habla de “rituales“ . No existe nadie que rinda al máximo durante mucho tiempo sino sabe descansar relajarse para equilibrar su vida, ya que no somos máquinas, somos seres humanos que necesitan un equilibrio. Cuanto más intenso y duradero es el esfuerzo, Y MÁS EDAD TENGAS, más intensa y duradera tiene que ser la relajación, y el descanso, para poder volver a hacer ese esfuerzo duradero, ya sea en un campo de fútbol, o durante las 8 horas de una jornada laboral.
Loehr, después de convencer a empresarios que dejaran de trabajar por ejemplo 4 horas seguidas, para que pudieran hacer pequeñas pausas por ejemplo cada 90 minutos, con objeto de picar algún alimento saludable, o para que hicieran alguna actividad que les hiciera desconectar al romper con su patrón de pensamiento,
( “ al cambiar el chip “), y les funcionara para recuperase, como por ejemplo hacer ejercicios de respiración, o como puede ser una pequeña charla distendida; les demostró que rendían más. Jim Loehr al principio recibió a carcajadas su consejo cuando se lo explicó a agentes de Wall Street, ya que no tenían tiempo ni para ir al lavabo. El que luego se rió fue él cuando los ejecutivos de Wall Street se quedaron atónitos al comprobar que un simple ritual, siempre a la misma hora del día, para por ejemplo, en un simple minuto oír una canción concreta que les animara o calmara, o de 5 minutos para a hacer un simple ejercicio de subir y bajar tres pisos de su edificio por la escalera, provocó que rindieran más. ( El simple hecho de levantarse y sentarse de la silla que usas para trabajar, cada media hora, te ayudara a que tengas algo más de energía ).
Aparte de Loehr, otros reconocidos médicos que trabajan para multinacionales también aconsejan hacer pequeñas pausas, y en ellas realizar cualquier acción que cambie el patrón de tu pensamiento como: meditar; cambiar el foco a donde diriges tu vista para relajarla: si la dirigías a puntos lejanos, durante el descanso fíjate en cosas cercanas y viceversa, y dirigir tu mirada hacia la luz, ya que el simple hecho de dirigir tu vista hacia la luz de la calle, puede cargarte las baterías; beber agua fría, ya que incluso una ligera deshidratación, aunque que no la notes, pues no sientes sed, puede menguar tu energía; intentar encontrar alguna excusa para reírte, (la risa tiene un efecto extraordinariamente sano en el organismo); buscar algo que te inspire, como puede ser una foto de tus seres queridos, o visualizar el beneficio que te dará alcanzar algún objetivo importante, etc.
A mi particularmente me va bien no hacer pausas en las primeras horas del día ya que no estoy nada cansado, y a medida que transcurre la jornada laboral y noto que empieza a cansarme el trabajo es cuando hago paradas para desconectar; y me va mejor hacer más pausas los viernes que los lunes cuando empiezo
a trabajar después de dos días de “ descanso “, ( siempre trabajo algo los fines de semana ).
- Cómo dicen muchos profesionales: una buena forma de desconectar es estar con amigos, en sitios o haciendo actividades que no tengan nada que ver con tu trabajo.
Cuanto menos se parezca lo que hagas en el momento del descanso a tu trabajo mejor, ( aunque esto no quita que esté demostrado que sea peor hablar en los descanso con compañeros de trabajo, si se consigue hacerlo distendidamente, que no hacer nada para romper el patrón al que estás sometido mientras trabajas ).
Mi forma de desconectar en Barcelona es ir a un Kebab que hay cerca de las Ramblas donde, entre camareros y clientes hay gente de todo el mundo: no se parece en nada a mi lugar de trabajo, ni a las empresas de mis clientes, ¡ni se parecen en nada los camareros del Kebap y clientes del bar, a mis clientes!
Mejor todavía que irte a un restaurante diferente, es que hagas una actividad diferente que te llene fuera del trabajo. Loehr en su magnífico libro “ The power of full engagement “ habla de un cliente que perdió joven a su padre, que le encantaba entrenar al baloncesto, y que daba la casualidad de que pasaba cada día delante de un orfanato... . Loher sugirió a su cliente que entrenara a baloncesto a los jóvenes de ese orfanato, y lo hizo: se puso a entrenar a los huérfanos de ese orfanato a baloncesto. El resultado es que se sintió totalmente realizado, y luego lógicamente venía más contento, y con más ganas, a trabajar.
Hay personas que viven en un bucle de familia-trabajo del que no salen, y que se les ilumina la cara cuando les sugiero que intenten encontrar un espacio para ellos mismos, totalmente diferente en su vida, ( afición, pasatiempo, o lo que sea, que no tenga nada que ver, ni con su trabajo, ni con su familia ),para salir del bucle familia y trabajo del que me confiesan se sienten un poco , ( o a veces bastante ),hartos.
Algunas personas han optado por algo tan simple como al salir de trabajar dar un paseo, ( si puede ser en un parque mejor ),antes de “ empalmar “ la salida del trabajo con la entrada en casa, aunque el caso más curioso que he conocido con respecto a desconectar es el de una camarera que me comentó lo bien que le iba practicar kung fu.
La mejor forma de recargar energía es, además de saber desconectar, aprender relajar tu cuerpo cuando descansas. (Al respecto me está funcionado, cuando llego con mucho estrés a casa por la noche, el ducharme con agua caliente: me ayuda a relajarme y a dormir mejor).
