Ser positivo o negativo lo condiciona todo
-La prestigiosa psicóloga Bárbara L. Fredrickson, en su libro Positive explica que el ser positivo cambia tu mente y la forma que “interactúas con el mundo“. Por ejemplo cuando inyectan optimismo a personas en experimentos, (por ejemplo les hacen ver imágenes agradables de la naturaleza, o de otro tema),las personas son más hábiles a la hora de encontrar una palabra que describa una situación; o por ejemplo mejoran su visión periférica, (no se fijan sólo en una cosa concreta de un dibujo, sino que ven todo el dibujo: “ven también el bosque no sólo los árboles“); o se les ocurren nuevas posibles soluciones ante un problema planteado.
Rendir más y conseguir más objetivos más no te hace más feliz, pero lo contrario es cierto: ser más feliz te hace rendir más y conseguir más objetivos
Quizás por este motivo el experto en ventas, y motivación, Brian Tracy dice que cuando estás positivo y quieres encontrar aparcamiento, para tu coche, lo sueles encontrar sin tener que dar demasiadas vueltas con tu automóvil; o que los jugadores de cualquier deporte donde la vista influya, (la mayoría), tiendan a ganar más partidos cuando su mente está en positivo, ya que su visión periférica es mejor.
-Por el simple hecho de hacer a alguien un pequeño regalo, (aunque sea unos simples caramelos),por ejemplo a un médico, (su paciente le hace un pequeño obsequio antes de que lo examine),o a un estudiante, (se le regala algo gratificante, antes de que pase una prueba); está estudiado, científicamente, que el rendimiento que va a tener ese médico, o ese estudiante, normalmente, va a ser mejor que ni no hubiera recibido ninguna gratificación.
Los vendedores, y los oradores experimentados, saben que para que su locución tenga aceptación, a veces va muy bien empezar su explicación con algo que provoque una sonrisa. Y también saben que el sentido del humor, bien utilizado a lo largo de lo dure su charla, hace que la gente se concentre más en lo que están explicando.
-El catedrático de psicología Richard Wiseman estuvo años estudiando a gente con “ suerte “, y el resultado era simplemente que se trataba de gente más abierta a nuevas oportunidades gracias a su optimismo.
En su libro “ Nadie nace con suerte “ explica el caso de una persona que estudió, que le confesó que cuando sale feliz y contento de casa por la mañana, tiene comprobado que tiene muchas más probabilidades de que le pase algo positivo, como por ejemplo encontrar un billete en el suelo.
( Brian Tracy dice que si te levantas pensando que hoy te va a pasar algo muy positivo bastantes veces te pasa ).
Wiseman experimentó con gente positiva y negativa a dejarles un billete en el suelo en un sitio donde sabía que tenían que pasar. No hace falta decir que la gente optimista es la que tenía mejor visión periférica, y solía descubrir el billete.; al igual que, en otros experimentos, Wiseman descubrió que los positivos tenían la mente mas abierta a encontrar la solución a problemas concretos, y a fijarse en las cosas positivas y, consecuentemente, irse retroalimentando en lo positivo; que es exactamente lo contrario de lo que hacen los negativos, ya que no desarrollan su imaginación para buscar soluciones a sus problemas, y se recrean y retroalimentan en lo negativo.
Lo más importante es que enseñó a negativos a ser positivos, a fijarse y valorar lo positivo de sus vidas ,y a recrearse y retroalimentase con ello; y a desarrollar hábitos que descubrió que hacían muchos positivos como la meditación que potencia lo positivo de nuestros pensamientos, y que veremos en otro capítulo de este manual.
- Tu realidad depende del color del cristal con que la miras. Pero tú puedes cambiar el color del cristal si te lo propones. Eso no quiere decir negar la realidad, sino verla de forma positiva.
Si cambias las forma de ver la realidad de tu alrededor, la realidad de tu alrededor cambia, ya que te relacionas, ”interactúas“ de forma positiva con el mundo: el mundo te lo devuelve, (no hace falta ser budista para date cuenta que, normalmente, la vida te devuelve lo que le des). Si sonríes a la vida la vida te sonríe.
- Yo siempre me quejaba de que, en la librería donde compro unos sobres, (para poder enviar un manual que he escrito de ventas y concertación de visitas por teléfono),casi nunca tuvieran sobres blancos. Los sobres que casi siempre si tenían eran marrones. Un día que mi cabeza estaba en positivo, recurrí a comprar los sobres marrones. Pensé que a lo mejor no quedaba mal enviar mis manuales con los sobres marrones.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando comprobé que los sobres marrones eran mejor valorados, en la pequeña encuesta que hice entre algunos conocidos, que los sobres blancos de los que me costaba encontrar stock.
Moraleja: el haber tenido mi cabeza en positivo me hizo ser más abierto para encontrar una solución que resultó ser mucho mejor de lo esperado.
La palabra crisis en chino tiene el doble significado de peligro y oportunidad.
- Me han asegurado que la anécdota de los vendedores que viajan a un pobre país africano a principios del siglo XIX es cierta:
Dos vendedores de zapatos llegan a un país africano a principios del siglo XIX.
El primero llama por teléfono a su empresa y dice: “nos vamos a arruinar en este país ya que ¡todo el mundo va descalzo!“
El segundo vendedor llama por teléfono a su empresa y dice: “nos vamos a hacer de oro ya que en este país ya que ¡todo el mundo va descalzo!“.
Si el segundo vendedor se hubiera levantado de la cama pensando sólo en el calor que hace en ese país, en los mosquitos que el han picado esa noche… etc., es decir si se hubiera levantado en negativo es muy difícil que hubiera encontrado esa ingeniosa salida a su negocio.
Conocí, en plena crisis, a un joven empresario que tenía tiendas en una zona turística donde había mucho turismo ruso, y que le iba muy bien. Le pregunté su secreto, me contestó que sus amigos que también tenían tiendas se quejaban de que los rusos no compraban nada. Como su mente era más abierta que la de sus amigos optó por preguntar a los rusos que les gustaría encontrar en la tienda, que cosas solían comprar, y se le ocurrió llenar sus tiendas con estos productos, con un resultado lógicamente exitoso. ( Aunque no me lo dijo no me extrañaría nada que las horas muertas, en las que no entraba gente en la tienda, las dedicara a estudiar ruso por internet en vez de a quejarse de que no entraba la gente ).
